La Obra

Alguien golpea la puerta en una noche de lluvia. A poco de entrar comienzan a darse cuenta que habitan un mismo espacio, pero no se reconocen.
Los vincula un juego perverso de olvidos. Las palabras y los hechos ocurridos, rebotan en las paredes de esa casa vacía, desde aquella noche en alguien dio la orden de omitir, la orden de olvidar